Joan Reinoso: «Ahora valoro mucho más los pequeños detalles»

Cuando tenía 20 años, un rayo lo atravesó mientras pescaba en la bahía de Pollença. Los médicos consideraron que su recuperación –si se producía– no sería total. Su cuerpo había quedado muy dañado, muchísimo. Pero no conocían a Joan Reinoso Figuerola (Inca, 1991). Ahora, han pasado cinco años, y el deportista del Raiguer, tras superar un duro proceso musculoesquelético y mental, está en plena forma, ha vuelto. Inca lo celebró con un homenaje en el Museo del Calzado y de la Piel.

-¿Emocionado?

-Sí, mucho. El reconocimiento y el cariño que me ha mostrado la gente de Inca ha sido extraordinario. Todo muy bonito. No me esperaba que viniera tanta gente. Es un verdadero privilegio sentirme tan querido en mi pueblo.

-¿Qué ha cambiado –si es que algo cambió– del Joan Reinoso de antes del accidente al de después?

-Han cambiado muchas cosas. Cuando me pasó lo que me pasó, estaba próximo a cumplir 21 años y era, como se dice vulgarmente, un niñato. Estaba en el comienzo de la vida. Entonces no apreciaba, como sí hago ahora, las pequeñas cosas, los detalles. Por poner un ejemplo: algo tan sencillo como beber un vaso de agua ahora me provoca un placer especial. Antes, sólo bebía por pura sed. El accidente cambió mi visión de la vida al cien por cien.

-¿Qué destacaría de su proceso de recuperación?

-Sin duda, la gran labor de los médicos y fisioterapeutas que han estado y están conmigo. Tuve la enorme suerte de encontrar un equipo de profesionales fenomenal. No tengo palabras. Sin ellos, no lo hubiera conseguido. Personalmente, y por lo que a mí me atañe, creo que el haber sido tan cabezón me ha ayudado a conseguir la meta. Ha sido muy duro, pero aquí estamos.

-¿Qué les diría a las personas que sufren una enfermedad?

-Que jamás tiren la toalla, nunca; que siempre intenten dar pasos hacia adelante, enfrentándose al problema, sea cual sea. Internamente, cuando consigues alguna pequeña victoria en la lucha contra la enfermedad, te fortaleces. Yo sé bien lo que me costado estar ahora aquí. La orientación de buenos médicos y el propio esfuerzo son la base del éxito.

 

 

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