Pep Nicolau es el presidente de la Associació de Comerciants i Restauradors d’Inca, y por lo tanto es responsable directo de la organización de muchos de los acontecimientos alrededor del Dijous Bo. Uno de ellos es la Mostra de Comerç d’Inca, organizada en la plaza de Mallorca. La feria ha empleado la treintena de paradas previstas, y todo el mundo se encuentra contento con el emplazamiento, como aseguraba Pep Nicolau: «es una zona noble, que hasta ahora no había tenido el tratamiento que se merece. Los comercios de alrededor están encantados». Nicolau nos hace un balance «muy positivo» de estos días. «Ha habido», nos decía, «muchísima gente en la plaza de Mallorca, los comerciantes se encuentran realmente contentos. Algunos de ellos, incluso, ya han querido reservar un espacio para el año próximo». Nicolau profundizaba un poco más en esta explicación: «se tiene que tener en consideración que en este caso no se trata de venta, sino de promoción; por lo tanto, los comerciantes estaban felices por la cantidad de peatones». Por este motivo, aparentemente en las paradas de venta no se encontraban tan contentos, porque «este año los condicionantes negativos han sido fuertes: las huelgas, la crisis…».
Parece que la huelga ha perjudicado mucho, según Pep Nicolau; «ayer por la noche se notó la carencia de gente con respecto a otros años; hemos sufrido la huelga, la crisis… Hay gente que vive el Dijous Bo desde hace 30 años y dice que no ha sido un año muy fuerte. Gente sí que hay, pero quizás no tanta como otros años». El mensaje, sin embargo, es positivo por Nicolau, porque según él, «todo es mejorable, pero creo que nos podemos poner casi un sobresaliente por la organización de la Mostra. Con estas condiciones, el Dijous Bo ha demostrado por qué es y será la feria de las ferias”.
