Tras una noche de Dimecres Bo pasada por agua, el Dijous Bo ha amanecido con más sol que nubes, respetando de momento el inicio del día más grande para la capital del Raiguer.
Con una temperatura agradable tirando a fresca, las calles de Inca ya se encuentran desde primera hora de la mañana llenas de gente que recorren los más de 500 puestos y los 8 kilómetros de mercado payés que un año más convierten Inca en la capital de Mallorca.
El tráfico en la autopista es fluido, aunque se nota que es más numeroso que cualquier día normal. En las entradas a Inca hay pequeños atascos. Desde el Ayuntamiento se recuerda la importancia de aparcar en las afueras de la ciudad, ya que en diez minutos llegas al corazón del Dijous Bo.
